Redes sociales

Es difícil imaginar el mundo actual sin redes sociales como YouTube, Facebook, Instagram, Twitter o TikTok. A través de ellos, podemos compartir fácilmente contenidos con el mundo, trabajar en red e interactuar entre nosotros. Pero cuidado: ¡también hay peligros acechando en las redes sociales!

El objetivo de las empresas es mantener a los usuarios en su plataforma el mayor tiempo posible para resultar atractivas a los socios publicitarios. Se utilizan confirmaciones constantes, colores de señalización y otros elementos de diseño positivos para que los usuarios quieran seguir desplazándose. El abanico de contenidos atractivos parece infinito. Imágenes editadas con filtros, complementadas con agradables textos breves, muestran sólo lo mejor de la vida de otras personas. Los contenidos que vemos son cuidadosamente seleccionados por algoritmos para que tengan la mayor probabilidad posible de gustarnos. Las aplicaciones de las redes sociales pueden convertirse así en una vía de escape hacia un mundo ideal. Las personas con baja autoestima corren especial riesgo. Al publicar regularmente, uno recibe atención y afirmación. Sin embargo, bastantes usuarios se ven entonces presionados a publicar posts con regularidad para que los likes y los comentarios no dejen de materializarse. Esto puede provocar estados de ánimo depresivos.

A los afectados les cuesta imaginar pasar unos días sin sus redes sociales. Las prioridades cambian: los contactos virtuales pasan a ser más importantes que los reales, las aficiones pierden importancia, puede que incluso se descuide el trabajo. Mentalmente, los enfermos están constantemente con las aplicaciones, su estado de ánimo se deteriora cuando no pueden utilizarlas.

Si su vida cotidiana transcurre a menudo en las redes sociales y cada vez echa mano más a menudo del móvil, merece la pena examinar más de cerca su propio consumo. Estaremos encantados de ayudarle con nuestra experiencia.